Ascensorista: El primer trabajo que perdimos a la Inteligencia Artificial

Juan Álvarez
4 min readMar 31, 2019

Al hablar de “Inteligencia Artificial”, mucha gente siente incertidumbre y miedo. Y es muy comprensible. Los humanos como especie, no somos buenos aceptando el cambio por 2 razones principalmente:

  1. Sentimos que el reto por venir es demasiado grande y que nos va a aplastar.
  2. Sentimos que nuestras habilidades se quedaron cortas, y esto nos hace sentir ansiedad.

Por eso, creo yo, que la habilidad mas importante que debemos enseñarle a presentes y futuras generaciones, es la habilidad de reinventarnos. Y no solo reinventarnos una vez en nuestras vidas, sino reinventarnos la mayor cantidad de veces posibles, en la menor cantidad de tiempo posible. Solo así garantizaremos el bienestar emocional de toda la humanidad.

El universo es un lugar en constante cambio. Y el planeta tierra, regido por las mismas leyes físicas que rigen el universo, también cambia constantemente. Y nosotros con él.

Durante siglos la economía ha dependido de mano de obra barata, no cualificada para poder aumentar la productividad sin aumentar demasiado los costos de producción y de esa manera mantener un equilibrio competitivo “barato”.

Gracias a la tecnología y al ingenio humano todo esto esta cambiando.

Como lo veo yo, gracias a la automatización de trabajos rutinarios, que no requieren inteligencia social, pensamiento critico o resolución creativa de problemas, los humanos por fin seremos “libres” para podernos dedicar a lo que mas deseamos intrínsecamente hacer. Suena fácil, pero no lo es.

Llevamos siglos educando a nuestros ciudadanos globalmente, por medio de un sistema de educación unificado para crear trabajadores para un mundo industrializado y especializado en exactamente lo que un humano no debería estar haciendo: trabajos rutinarios, que no requieren inteligencia social, pensamiento critico o resolución creativa de problemas.

Desde niños, SABEMOS que lo más grande en la vida de un ser humano es nuestro poder de la creatividad. De crear por medio del pensamiento, las palabras y las acciones. Y de esta manera moldear (para bien o para mal) la realidad a nuestro alrededor. Eso es lo que un humano, cualquier humano hacer mejor que cualquier otro ser en el universo conocido hasta el momento.

Recuerdo la primera vez que me monte en un ascensor, yo debía tener 3 o 4 años (1979–1980). El ascensor tenia 2 puertas, una metálica externa y una reja interna, una se cerraba automáticamente y otra se cerraba manualmente por un ascensorista que también operaba una manivela mecánica que decidía en qué pisos el ascensor se detenía. A pesar de mi asombro y alegría por no tener que subir escalas, desde pequeño imagine la aburrición que ese operario, tan elegante, debía sentir todo el día en su pequeña jaula, subiendo y bajando en un mismo lugar, todo el día, todos los días.

Hoy en día cualquier ser humano es capaz de operar un ascensor automatizado, sin pensar en la gran tragedia de un oficio-humano perdido a un robot.

Se que es difícil predecir que nos depara el futuro al otro lado del “CAMBIO”. Pero yo soy un optimista. Creo que “el cambio” siempre trae consigo cosa buenas y cosas a mejorar y a ajustar.

Los cambios que la humanidad afrontara en los próximos 15 años son gigantes, y traerá consigo oportunidades gigantescas de aprendizaje y mejoras globales. Pero para eso vamos a necesitar liberar a la mayor cantidad de humanos de tareas rutinarias que inhiben su potencial creativo, para que se dediquen a proponer soluciones locales, regionales y globales, poniendo a la disposición del futuro de la especie humana toda su inteligencia social, su pensamiento crítico complejo y su habilidad de resolución creativa de problemas para salir adelante como especie. Y esto solo será posible si somos capaces de sincronizar dos actividades fundamentales:

1. La automatización controlada de todo aquello que no nos permita ser los seres creativos y sociales que somos.

2. La reinvención de nuestro sistema educativo global, centrado en el fomento a la creatividad humana como la columna vertebral de nuestra supervivencia como individuos, sociedad y especie.

Los retos que como humanidad tenemos enfrente de nosotros, en un futuro muy inmediato, no se limita solamente en tomar decisiones acerca de la automatizar y de como compensar económicamente a los seres humanos en un mundo laboral “no apto” para humanos, sino que además nos obliga a repensar nuestro sistema educativo, para un mundo post-laboral, y mas vocacional.

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Juan Álvarez
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Written by Juan Álvarez

Autor, filósofo y especialista en narrativa, creatividad, pensamiento disruptivo, y líder en servicios creativos. Story-Coach, guionista y marketer digital.

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