Mi Manifiesto de Aula: Nuestro Acuerdo
Este es nuestro acuerdo.
Tú estás aquí porque quieres aprender. Yo estoy aquí porque quiero enseñarte. Ese es nuestro pacto, nuestra conexión, el motivo que nos une en este espacio. No es un contrato rígido, sino un compromiso vivo: yo me entregaré a este proceso con toda mi pasión y conocimiento, y espero de ti lo mismo, con tus preguntas, tus dudas, tus resistencias, incluso tus reniegos. Porque aprender no es un camino cómodo, y no esperaría nada menos de ti en esta aventura transformadora.
Quiero que sepas algo de antemano: la "humildad" no es un concepto que yo respete. No creo en la idea de reducirme o pretender ser menos de lo que soy solo para evitar incomodar a otros. Mi camino es diferente: dejo que la vida, con sus lecciones y desafíos, me demuestre que siempre puedo crecer más, ser más, y alcanzar una mayor magnificencia. Pero mi falta de humildad no busca humillar a nadie. Jamás.
Por el contrario, veo en cada uno de ustedes una grandeza infinita, ya sea presente o potencial. Los veo como iguales, incluso como mejores. Y hay algo que me maravilla: ustedes tienen una ventaja que yo nunca tuve. Nunca tuve un profesor como yo.
Dicho esto, mi invitación es clara: participa, pregunta, desafía, explora sin temor. Aprovecha este espacio para convertirlo en una oportunidad única. Y si, por alguna creencia interna o reserva, no te atreves a hacerlo abiertamente, buscaremos juntos un momento o un espacio donde tu esencia también pueda brillar, aunque sea en la privacidad de tu mundo interior.
Espero que disfruten de esta clase. Este es un espacio para crecer, juntos, como iguales que caminan hacia una versión más plena de sí mismos. Que este sea un encuentro que deje una huella mutua en nosotros.